Nacionalidad alemana

 

La nacionalidad alemana como segunda nacionalidad©

La entrada en la UE se facilita – trabajo y residencia en la UE

 

 Gregor Rosenkranz, abogado

¿Cómo es posible que muchos latinoamericanos posean además de su nacionalidad la nacionalidad alemana y no lo sepan?

En Latinoamérica son alrededor de diez mil personas las que debido a su descendencia de emigrantes alemanes poseen todavía en la actualidad la nacionalidad alemana.

Una gran ventaja que alberga esta segunda nacionalidad es el hecho de ser ciudadano de la Unión Europea con (la actual) estadía en Latinoamérica. Pués de la nacionalidad se deriva el derecho de poder desplazarse siempre en la República Federal de Alemania y en toda la Unión Europea y -así como cualquier otro ciudadano- poder también establecerse en cualquier parte del territorio de la Unioón Europea y aceptar allí un trabajo.

El derecho de la nacionalidad alemanna se basa –en sus características esenciales- en el principio de descendencia. Esto signifca que la nacionalidad de los padres es decisiva para la nacionalidad de un hijo en el momento de su nacimiento.

El hijo legítimo de un padre alemán o de un madre alemana (hasta 1975 únicamente bajo requisitos especiales) es en virtud de la ley (también) ciudadano/a alemán/a. Esto mismo es válido para un hijo de una madre alemana que no esté casada con el padre del niño. En el caso de un hijo de un padre alemán que no esté casado con la madre del niño, se requiere básicamente según el derecho alemán una declaración reconocida de paternidad.

La pérdida de la nacionalidad alemanna ocurrre  la mayoría de la veces a causa de una declaración personal de un ciudadano, es decir, en cuanto el ciudadano alemán obtiene –a solicitud propia- otra nacionalidad, pierde consiguentemente la nacionalidad alemana.En cambio la obtención de (otra) nacionalidad en virtud de la ley por nacimiento, como ocurre en Latinoamérica, no lleva a perder la nacionalidad alemana.

Sin embargo, en algunos casos es posible -en virtud de la ley- perder la nacionalidad alemana. Por ejemplo ciudadanos alemanes que salieron de Alemania antes de 1903 podían perder su nacionalidad alemana en la época entre 1870 y 1913 siempre y cuando se quedasen en el extranjero ininterrumpidamente por más de 10 años. Sin embargo perder la nacionalidad por este motivo requiere básicamente de un una revisión detallada, ya que este plazo se puede anular o interrumpir por diversas medidas de protección. Ejemplos de lo anterior son entre otros la inscripción en los libros de matrícula, la prolongación de documentos de identificación alemana pero también una corta estadía en el territorio del reino alemán, etc.

También se podía  perder eventualmente la nacionalidad alemana con fecha  01.01.1916, en caso de que un alemán nacido entre 1871 y 1885 con residencia permanente en el extranjero no hubiese entregado en el período comprendido desde 01.01.1914 hasta 01.01.1916 ninguna decisión definitiva sobre su servicio militar obligatorio.

Hasta qué punto pueden surgir tales motivos para la pérdida de la nacionalidad y si éstos también se pueden extender a los descendientes es una cuestión que requiere en cada caso una revisión detallada.

Si bien la pérdida de la nacionalidad alemana en virtud de la ley era después de 1913 en gran parte imposible y se podía mantener por alemanes que vivían permanentemente en el extranjero durante generaciones, este principio ha experimentado una modificación fundamental a causa de la reorganización del derecho de nacionalidad a partir de ahora. Esta modificación sin embargo tendá sus repercusiones aproximadamente recién a partir del año 2012.

Según esta reorganización de la ley el hijo nacido en el extranjero básicamente ya no obtiene más la nacionalidad alemana en virtud de la descendencia de uno de los progenitores si es que este progenitor ha nacido en el extranjero después del 31.12.1999 y tiene su residencia habitual allí.

Para que el hijo obtenga la nacionalidad alemana los padres tienen que informar sobre el nacimiento de su hijo a la representación competente en el extranjero dentro del plazo de un año.

Aquel no no posea un documento válido de su nacionalidad alemana, debe en primer lugar solicitar un carné de nacionalidad. Esta solicitud se puede presentar en el consulado competente del país o directamente en la Agencia Federal Administrativa en Colonia, RFA.

Debido a que por lo general se deben presentar cuantiosos documentos sobre la descendencia del solicitante, se recomienda pedir ayuda profesional, la que por lo general está garantizada por los consulados alemanes en cada país.

El proceso puede ser tramitado en forma activa y posiblemente de manera más expedita por un abogado especializado y autorizado en el lugar de tramitación de la solicitud en Colonia.

En casos problemáticos, como por ejemplo en aquellos casos en que los consulados no quieran cooperar con la presentación de una solicitud aluciendo a posibles motivos de pérdida de la nacionalidad o la solicitud sea denegada por falta de inscripción de la matrícula u otro motivo de pérdida de la nacionalidad, se aconseja en forma urgente una revisión detallada de la recusación en su aspecto jurídico.

Sempre se puede volver a hacer una revisón de una solicitud. Por consiguiente  la solicitud de constatación de la nacionalidad alemana también se  puede presentar otra vez. La recusación de una solicitud sólo indica que esta solicitud fue denegada. Por ello, en caso de nuevos conocimientos de causa o medios de prueba se aconseja presentar nuevamente la solicitud.

Las perspectivas legales de la Agencia Federal Administrativa de Colonia con respecto a posibles motivos de pérdida de la nacionalidad que puedan surgir no siempre está en conformidad con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, de manera que en algunos casos la nacionalidad alemana del solicitante aún se puede probar por vía judicial.

En vista de las ventajas que pueden producirse de una doble nacionalidad, es poco probable que los gastos de mantenimiento y de seguridad lleguen a ser demasiado altos, sobre todo si se  considera que una vez probada la nacionalidad alemana, ésta se extiende a la generación de los hijos y a la de los hijos de los hijos. Hoy en día nadie puede asegurar que tener la nacionalidad alemana representará una ventaja para su hijo o su nieto. Sólo el hecho de que la RFA sea actualmente una nación vieja y dependerá por lo tanto en el futuro de mano de obra joven es un buen argumento para obtener uno mismo y sus descendientes la nacionalidad alemana.

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